Uno debe dedicarse a eso por lo que uno siente un interés obsesivo (diré: apasionamiento)
Lo creo así no por una moral individual sino porque creo que es ético. Creo que los problemas más grandes es porque muchos profesionales ejercen sin convicción ni cotidiano interés. Ese cotidiano interés que se evidencia en una apertura, en la paciencia, en la constante búsqueda de nuevas preguntas (más que de nuevas respuestas).
Es la única manera de evitar funcionarios públicos y privados ineficientes. Doctores que dejan agujas adentro del estómago. Guionistas que no leen. Músicos que sólo saben bailar.
Me pregunto por qué sugieres que el interés obsesivo es igual al apasionamiento. La psiquiatría nos ha enseñado que el cerebro de quienes padecen depresión, encuentran el estímulo luego de la acción; es decir, al ser humano cuyo sistema cerebral funciona en condiciones dentro del margen de la normalidad, le surge primero la motivación y posteriormente la acción. El depresivo, por el contrario, debe actuar primero e ir comprobando el índice de satisfacción que encuentra en dicha actividad.
ResponderEliminarLos apasionamientos pueden heredarse, legarse como fundamentos de un ego destinado a no ser nada distinto a los egos que lo parieron.