jueves, 6 de noviembre de 2014

... pensarlas como ciudades del mundo


Me recomiendo pensar a Medellín, a Cali, a Bogotá, a Cartagena y a las demás ciudades del país, como ciudades del mundo antes de concebirlas como ciudades de Colombia, pues siento que cuando las pienso como ciudades de Colombia, algo inmediato e impreciso (¿insondable?), me lleva a excluirlas del mundo; o sea, es como si haciendo parte de Colombia, no hicieran parte del mundo. Tal vez esto se deba a que yo, colombiano, le temo más a los colombianos que lo que cualquier otro extranjero podría temernos. También pensar las mencionadas ciudades como ciudades del mundo, me pone de frente a las expectativas que tengo de mí mismo, llevándome a exigirme más, a expandir el área de mi ambición, a ampliar la periferia que demarca mi zona de acción.

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