La modestia explícita suele ser el disfraz de la arrogancia. Me sirven como ejemplo, para tal afirmación, aquellos músicos que denominan su hacer musical como “música para el pueblo”; aquellos que alientan exclamando sin vergüenza alguna el posesivo “mi” (“’¡Vamos mi gente! ¡Vamos mi pueblo!”). ¿Acaso soy el único que considera evidente que este tipo de personas se refieren al pueblo como masa y no como individuos autónomos, porque preferirían permanecer ajenos a las problemáticas de la población, en una vía paralela y más avanzada, como los dictadores? Lo pienso porque su afán por ser escuchados lo demuestra, pero su falta de astucia los delata.
Igual hasta cierto punto los entiendo porque, en un pseudosistema como el actual, desde niños nos enseñan a huir disimuladamente de la austeridad, a mirar con respeto las máquinas y a manejar personal para evitar lidiar con uno mismo.
Hay que ser valientes y aceptar que afortunadamente somos una persona más, que podemos ayudar a los demás pero que no debemos exigir a cambio ser recordados. Quizá todo sea por la vanidad que causa la inseguridad.
nunca lo había visto de esa manera :O
ResponderEliminarSé exactamente a lo que te refieres ,y sé también que me gusta enviarte abrazos que se ilustren vía web.
ResponderEliminar